martes, 29 de mayo de 2012

Italia

Programación de las ciudades a visitar:
1º ciudad: Venecia
2º ciudad: Roma
3º ciudad: Sicilia
4º ciudad: Florencia
5º ciudad: Turin
En un plazo de 5 días.
Alojamiento en el Hotel Foresteria Fondazione Levi 
En la calle San Marco 2893, Venecia
Precio 70€ 1 noche para 2 personas 


1º Día Venecia


Desayuno en el Hotel Foresteria Fondazione Levi.
Excursión turística de medio día por Murano, Burano y Torcello
Salida del hotel a las 11:00 horas
Duración de la salida:  5 horas (aprox.)




Inclusiones:
  • Guía profesional
  • Visite una fábrica de vidrio soplado en Murano.
  • Viajará en una lancha motora compartida de Venecia a Murano, Burano y Torcello.




La primera visita sera a Murano duración 1 hora y 25 minutos
Murano es la isla más cercana a Venecia y es mundialmente conocida por su cristal. Es una buena visita si queréis ver a los artesanos trabajando el vidrio.
Murano

Después la segunda visita sera a Burano duración 1 hora y 25 minutos
La Isla de Burano es famosa por sus casas de colores. Es una visita realmente recomendable.
Burano

La ultima visita sera a Torcello 1 hora y 25 minutos
Torcello fue en su momento la mayor población de la República de Venecia con más de 20.000 habitantes, ahora solo queda una leyenda.
Torcello

Después de visitar estas maravillosas ciudades iremos al Hotel Foresteria Fondazione Levi a comer.

Después de comer el plan es visitar otra zona de Venecia que es la siguiente:


Recorrido de Venecia a pie y paseo en góndola

Recorrido de Venecia a pie y paseo en góndola
 Venecia a pie acompañado de un guía y admire sus tesoros ocultos en plazas, puentes y callejuelas. Prepárese para quedar embelesado por la ciudad más romántica del mundo mientras deambula por sus pintorescos callejones adoquinados y disfruta de un paseo en góndola por el Gran Canal.
Duración:  2 horas (aprox.)
Saldremos del Hotel a las 5:00 horas 
que durara hasta las 7:00 horas 
luego volveremos al Hotel a cenar unos de los platos típicos.
Risotto di Mare, hecho con marisco y tinta de sepia, lo que le da su color oscuro.


Iremos autobús hasta Roma

2º Día Roma






Desayuno en el Hotel Gran Melia Roma
El alojamiento vale solo 1 noche 375€ para dos personas.
Vía Del Gianicolo 3, Roma.

Salida del hotel a las 11 horas.
La visita sera a combinada Antigua Roma y Vaticano
Visita combinada Antigua Roma y Vaticano
Duración de la visita  son 6 horas que están repartidas en 3 horas.
Las primeras 3 horas sera a la Antigua Roma que iremos a visitar El coliseo romano.
Las 3 horas restantes iremos al Vaticano.


El Coliseo Romano.
El mayor anfiteatro del mundo se levantaba en el corazón de la Antigua Roma. El emperadorVespasiano lo hizo construir en el lugar que ocupaba un gran estanque de la mansión de Nerón, para borrar de este modo la memoria de su odiado predecesor.
El Coliseo


El Vaticano
Basílica de San Pedro del Vaticano se levanta sobre la tumba del Apóstol, ubicada en una necrópolis del siglo I. La primera basílica vaticana fue construida por Constantino en el siglo IV, y estuvo en pie durante más de 1.000 años, hasta que los Papas del Renacimiento la derribaron para poder levantar una nueva basílica sobre la tumba de San Pedro.


Plaza de San Pedro 


Luego volveremos al Hotel  Gran Melia Roma.
Comeremos en el Hotel  Gran Melia Roma, con uno de sus típicos platos del hotel que es: Coda alla vaccinara: estofado de rabo de buey con tomate y apio.

Después de comer iremos a visitar Ostia Antica.
Duración: 4 horas (aprox.)

Saldremos del Hotel a las 5 horas.
Traslado en autobús con aire acondicionado (máximo 50 personas)
Traslado de vuelta al hotel.
Visita a Ostia Antica
Ostia fue el floreciente centro de negocios y comercio de Roma, hasta que el puerto fue abandonado tras las invasiones de los Bárbaros. Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo a comienzos del s. XIV han devuelto a la luz la antigua ciudad. Durante su paseo por las ruinas su guía le facilitará datos fascinantes de la vida social y cultural de este histórico asentamiento. 


Volveremos al Hotel Gran Melia Roma.
Cenaremos otro plato típico de Roma.
Abbacchio al Forno: Cordero asado a la perfección con la oferta de romero, salvia y el ajo.


Iremos en autobús hasta Sicilia.

3º Día Sicilia


Desayuno en el  Hotel Novecento 

Via Dupre 1197018 Scicli, SiciliaItalia
275€ vale 1 noche para 2 personas
Salida del hotel a las 9 horas.
La visita sera a Taormina.
Taormina
Duración 4 horas(aprox)
Unas ruinas que dejaron los romanos hace mucho tiempo muy famosas que atrae a mucha gente todo los años.
Después de la visita iremos al Hotel Novecento que comeremos una comida típica.
Pasta al forno (Pasta o furnu) 
Después de comer.
 A la tarde daremos una vuelta por las calles de Sicilia.
Duración 3 horas(aprox).
Despues de visitar las calles de Sicilia iremos al Hotel a descansar.
A la hora de cenar,  cenaremos un plato típico de Sicilia.
Spitini a la palermitana 

Después de cenar iremos en autobús hasta Florencia.
4º Día Florencia
Desayuno en el Hotel  Villa Belvedere.
Via Benedetto Castelli 3
Desde 100€ para 2 personas 1 noche.


Iremos a visitar 
 San Gimignano, Siena y Chiantis
Saldremos del hotel a las 11 horas que llevaremos comida para pasar el día ya que pasaremos toda la mañana y  la tarde y volveremos hacia las 8 horas de la tarde.
Excursión a San Gimignano, Siena y Chianti

Duración 11 horas(aprox)








San Gimignano



San Gimignano es un pequeño pueblo amurallado de origen medieval, erigido en lo alto de las Colinas de la Toscana, en Italia.




Siena
Visitaremos la catedral.



La catedral fue diseñada sobre la base de una estructura más antigua y terminada entre 1215 y1263, obra de Giovanni Pisano. Pertenece, por tanto, a la fase plena del estilo Gótico

Duración a la visita a la catedral  4 horas(aprox).
Haremos una parada para comer y descansar un poco.
Después de comer y descansar. Retomaremos la visita a Chianti.
Que saldremos donde nos encontremos a las 5 horas.
Iremos a visitar las viñas donde sale un vino que es famoso en el mundo que es el mas rico de Italia.
Duración de la visita es de 3 horas(aprox).
Después de hacer las visitas a los sitios, procederemos a ir de nuevo al hotel y cenar.
Después de cenar  cogeremos el autobús que nos llevara hasta la ciudad de Turin.
5º Día Turin.
Desayunaremos en el Hotel Astoria
Via Xx Settembre 4, 10121 Turin
Saldremos del hotel a las 10 horas.
Torino
La visita que realizaremos, es visitar la ciudad de Turin.
La ciudad de Turin tiene millares de facetas.


Que la visita durara toda la mañana y parte de la tarde.
Duración de la visita a la mañana 5 horas(aprox).
Comeremos en el hotel donde hemos salido y comeremos una comida típica de Turin.

Gnocchis de Patata.          Después de comer descansaremos.

       Y cogeremos el autobús a las 5 horas para     volver a España. 



miércoles, 23 de mayo de 2012

Palacio de Carlos V


El palacio de Carlos V en Granada
Época: Renacimiento Español
Inicio: Año 1527
Fin: Año 1563
Antecedente:


El Palacio de Carlos V de Granada, España es una construcción renacentista situada en la colina de la Alhambra. Desde 1958, es sede del Museo de Bellas Artes de Granada.
Fue mandado construir por el rey Carlos I (emperador del Sacro Imperio Romano Germánico con el nombre de Carlos V) a partir de su boda con Isabel de Portugal,celebrada en Sevilla, en 1526. Tras el enlace, la pareja estuvo viviendo varios meses en la Alhambra, quedando profundamente impresionado por el palacio, dejando encargada la construcción del nuevo palacio con la intención de establecer su residencia en la Alhambra granadina. Ya los Reyes Católicos habían habilitado salas después de 1492, pero la intención de Carlos era la de dotarse de una residencia estable a la medida de un emperador. El proyecto fue asignado a Pedro Machuca, figura extraordinaria que la Historia no ha sido capaz de explicar con solvencia. En una España en la que el estilo imperante era el plateresco, y que no se había despegado totalmente del gótico, Machuca construyó un palacio que corresponde estilísticamente al manieron, estilo que estaba dando sus primeros pasos en Italia. Aún aceptando las versiones que sitúan a Machuca en los talleres de Miguel Ángel, cuando comienzan las obras del Palacio en 1527 éste no había realizado todavía lo más representativo de su producción arquitectónica.

martes, 22 de mayo de 2012

adjetivos determinativos y pronombres


Adjetivos demostrativos



Los adjetivos van delante del nombre al que determinan y concuerdan en género y número con él.
El español es más preciso en relación a la capacidad para indicar la proximidad o bien la distancia, tanto en el tiempo como en el espacio, que otras lenguas y esta idea de distancia viene dada esencialmente por los demostrativos.
Éstos pueden establecer una relación temporal o espacial con el hablante.






1º grado de distancia2º grado de distancia3º grado de distancia
singularmasculinoesteeseaquel
femeninoestaesaaquella
pluralmasculinoestosesosaquellos
femeninoestasesasaquellas
adverbio correspondienteaquí / acáahíallí / allá            



                                       Neutro              esto       eso     aquello

Pronombres demostrativos



Los pronombres demostrativos sirven para nombrar y distinguir elementos que ya se han mencionado anteriormente, pero sin repetirlos. La forma de esos pronombres demostrativos varia según el género y el numero, así como de los seres o las cosas que representan. La función que ocupan en la frase no conlleva ningún cambio en su forma. .






1º grado de distancia2º grado de distancia3º grado de distancia
singularmasculinoésteéseaquel
femeninoéstaésaaquella
neutroestoesoaquello
pluralmasculinoéstosésosaquellos
femeninoéstasésasaquellas
adverbio correspondienteaquí / acáahíallí / allá
 POSESIVOS
Los posesivos son las palabras que expresan a qué persona o personas pertenece un ser o un objeto. 


NUMERALES
 ordinales, cardinales, partitivos y multiplicativos.
Los adjetivos numerales: delimitan con exactitud la extensión cuantitativa del nombre al que preceden. Cuando actúan como pronombres además de expresar el número sustituyen al nombre.
Cardinales: nombran la serie natural de los números enteros: morfológicamente se clasifican como:
a) Constituidos por una palabra simple: Uno, dos, tres, veinte, sesenta, cien, quinientos...
b) Constituidos por una palabra compuesta: dieciséis, diecinueve, veintiuno, cuatrocientos...A partir del treinta y uno se escriben en dos palabras unidas por la conjunción "y" hasta el número cien.
Estos numerales son invariables en género y son todos plurales excepto uno; "mil" toma el plural de "miles". Pueden llevar artículo. Los pronombres numerales se emplean para designar: autobuses, tranvías, las horas del día, los días del mes, participantes de un equipo... la fecha se expresa: 05/05/1978: cinco del cinco del setenta y ocho.
Numerales cardinales:
  • 0 cero
  • 1 uno
  • 2 dos
  • 3 tres
  • 4 cuatro
  • 5 cinco
  • 6 seis
  • 7 siete
  • 8 ocho
  • 9 nueve
  • 10 diez
  • 11 once
  • 12 doce
  • 13 trece
  • 14 catorce
  • 15 quince
  • 16 dieciséis
  • 17 diecisiete
  • 18 dieciocho
  • 19 diecinueve
  • 20 veinte
  • 21 veintiuno
  • 22 veintidós
  • 23 veintitrés
  • 24 veinticuatro
  • 25 veinticinco
  • 30 treinta
  • 34 treinta y cuatro
  • 39 treinta y nueve
  • 40 cuarenta
  • 45 cuarenta y cinco
  • 50 cincuenta
  • 55 cincuenta y cinco
  • 60 sesenta
  • 67 sesenta y siete
  • 70 setenta
  • 72 setenta y dos
  • 80 ochenta
  • 90 noventa
  • 100 cien
  • 101 ciento uno
  • 200 doscientos
  • 300 trescientos
  • 1000 mil
  • 1000000 un millón
  • 1000000000000 un billón
Ordinales: indican un orden dentro de una sucesión de números enteros. Llevan obligatoriamente artículo y concuerdan en género y número con el nombre al que se refieren. Son los siguientes:
  • 1º primero
  • 2º segundo
  • 3º tercero
  • 4º cuarto
  • 5º quinto
  • 6º sexto
  • 7º séptimo
  • 8º octavo
  • 9º noveno
  • 10º décimo
  • 11º undécimo/onceavo
  • 12º duodécimo/doceavo
  • 13º décimo tercero
  • 14º décimo cuarto
  • 15º décimo quinto
  • 16º décimo sexto
  • 20º vigésimo
  • 21º vigésimo primero
  • 22º vigésimo segundo
  • 23º vigésimo tercero
  • 30º trigésimo
  • 31º trigésimo primero
  • 35º trigésimo quinto
  • 40º cuadragésimo
  • 50º quincuagésimo
  • 60º sexagésimo
  • 70º septuagésimo
  • 80º octogésimo
  • 90º nonagésimo
  • 100º centésimo
  • 200º ducentésimo
  • 300º tricentésimo
  • 400º cuadringentésimo
  • 1000º milésimo
Se produce apócope en:
Uno: un
Primero: primer
Tercero: tercer
Observaciones:
1. Para referirnos a 100, 1000 aniversario se usan las palabras: centenario y milenario.
2. Millón: millones. Mil: miles: Un millón de dólares. Tres millones de dólares
3. Cien: ciento cuatro, trescientos veinte... concuerda con el sustantivo al que acompaña: doscientos amigos, trescientas amigas
Partitivos: (fraccionarios) son los adjetivos numerales que añaden al nombre el concepto de fracción de unidad. Hasta el número diez tienen las mismas formas que los ordinales y se añade la palabra parte. La fórmula es:determinante+ordinal+de+sn:
La tercera parte de los alumnos
La octava parte de la población
Para las fracciones menores de una décima parte (1/10) se emplean los numerales añadiéndoles el sufijo -avo: 3/12 tres doceavos
Multiplicativos: Los numerales multiplicativos o múltiplos denotan multiplicación del contenido semántico del sustantivo. Funcionalmente se comportan como sustantivos:El doble de ración; o adjetivos: Parto quíntuple. Doble, triple, cuádruple, por su terminación en "e" son formas invariables para el género. Admiten variación de número.
INDEFINIDOS
los adjetivos indefinidos o cuantificadores añaden al nombre una información sobre la cantidad, pero imprecisa. Podemos hacer una distinción entre los gradativos de cantidad y los existenciales:
A)Los adjetivos indefinidos gradativos de la cantidad: indican el grado o la cantidad con que es expresado con que se percibe lo designado por el nombre. Como los pronombres, los adjetivos indefinidos son: todo, mucho, poco, bastante. Concuerdan en género y número con el nombre al que determinan. Ejemplos:
Tengo mucha hambre
Hay poca gente
Todos los sueños se cumplen
B)Los adjetivos indefinidos existenciales: pueden referirse al número o cantidad y también a la identidad imprecisa de lo designado por nombre. Todos tienen variación de género y número con excepción de cualquier y ningún. Van antepuestos al nombre salvo ningún que puede ir pospuesto.

martes, 15 de mayo de 2012

Don Quijote

Capítulo 10: De los graciosos razonamientos que pasaron entre D. Quijote y Sancho Panza su escudero
Ya en este tiempo se había levantado Sancho Panza algo maltratado de los mozos de los frailes, y había estado atento a la batalla de su señor Don Quijote, y rogaba a Dios en su corazón fuese servido de darle victoria y que en ella ganase alguna ínsula de donde le hiciese gobernador, como se lo había prometido. Viendo, pues, ya acabada la pendencia, y que su amo volvía a subir sobre Rocinante, llegó a tenerle el estribo, y antes que subiese se hincó de rodillas delante de él, y asiéndole de la mano, se la besó y le dijo: sea vuestra merced servido, señor Don Quijote mío, de darme el gobierno de la ínsula que en esta rigurosa pendencia se ha ganado, que por grande que sea, yo me siento con fuerzas de saberla gobernar tal y tan bien como otro que haya gobernado ínsulas en el mundo. A lo cual respondió Don Quijote: advertid, hermano Sancho, que esta aventura, y las a estas semejantes, no son aventuras de ínsulas, sino de encrucijadas, en las cuales no se gana otra cosa que sacar rota la cabeza, o una oreja menos; tened paciencia, que aventuras se ofrecerán, donde no solamente os pueda hacer gobernador, sino más adelante. Agradecióselo mucho Sancho, y besándole otra vez la mano y la falda de la loriga, le ayudó a subir sobre Rocinante, y él subió sobre su asno, y comenzó a seguir a su señor, que a paso tirado, sin despedirse ni hablar más con las del coche, se entró por un bosque que allí junto estaba.
Seguíale Sancho a todo trote de su jumento; pero caminaba tanto Rocinante, que, viéndose quedar atrás, le fue forzoso dar voces a su amo, que se aguardase. Hízolo así Don Quijote, teniendo las riendas a Rocinante hasta que llegase su cansado escudero, el cual en llegando le dijo: paréceme, señor, que sería acertado irnos a retraer a alguna iglesia, que, según quedó maltrecho aquel con quien combatisteis, no será mucho que den noticia del caso a la Santa Hermandad, y nos prendan; y a fe que si lo hacen, que primero que salgamos de la cárcel, que nos ha de sudar el hopo. Calla, dijo Don Quijote. ¿Y dónde has visto tú o leído jamás que caballero andante haya sido puesto ante la justicia, por más homicidios que haya cometido? Yo no sé nada de omecillos, respondió Sancho, ni en mi vida le caté a ninguno; sólo sé que la Santa Hermandad tiene que ver con los que pelean en el campo, y en esotro no me entremeto. Pues no tengas pena, amigo, respondió Don Quijote, que yo te sacaré de las manos de los caldeos, cuanto más de las de la Hermandad. Pero dime por tu vida: ¿has tú visto más valeroso caballero que yo en todo lo descubierto de la tierra? ¿Has leído en historias otro que tenga ni haya tenido más brío en acometer, más aliento en el perseverar, más destreza en el herir, ni más maña en el derribar? La verdad sea, respondió Sancho, que yo no he leído ninguna historia jamás, porque ni sé leer ni escribir; mas lo que osaré apostar es que más atrevido amo que vuestra merced yo no le he servido en todos los días de mi vida, y quiera Dios que estos atrevimientos no se paguen donde tengo dicho. Lo que le ruego a vuestra merced es que se cure, que se le va mucha sangre de esa oreja, que aquí traigo hilas y un poco de ungüento blanco en las alforjas.
Todo esto fuera bien escusado, respondió Don Quijote, si a mí se me acordara de hacer una redoma del bálsamo de Fierabrás, que con sólo una gota se ahorraran tiempo y medicinas. ¿Qué redoma y qué bálsamo es ese? dijo Sancho Panza. De un bálsamo, respondió Don Quijote, de quien tengo la receta en la memoria, con el cual no hay que tener temor a la muerte, ni hay que pensar morir de ferida alguna; y así, cuando yo le haga y te le dé, no tienes más que hacer sino que cuando vieres que en alguna batalla me han partido por medio del cuerpo, como muchas veces suele acontecer, bonitamente la parte del cuerpo que hubiere caído en el suelo, y con mucha sutileza, antes que la sangre se hiele, la pondrás sobre la otra mitad que quedare en la silla, advirtiendo de encajallo igualmente y al justo. Luego me darás a beber solos dos tragos del bálsamo que he dicho, y verásme quedar más sano que una manzana. Si eso hay, dijo Panza, yo renuncio desde aquí el gobierno de la prometida ínsula, y no quiero otra cosa en pago de mis muchos y buenos servicios, sino que vuestra merced me djé la receta de ese estremado licor, que para mí tengo que valdrá la onza donde quiera más de dos reales, y no he menester yo más para pasar esta vida honrada y descansadamente; pero es de saber ahora si tiene mucha costa el hacella. Con menos de tres reales se pueden hacer tres azumbres, respondió Don Quijote. ¡Pecador de mí! replicó Sancho. ¿Pues a qué aguarda vuestra merced a hacelle y a enseñármele? Calla, amigo, respondió Don Quijote, que mayores secretos pienso enseñarte, y mayores mercedes hacerte; y por ahora curémonos, que la oreja me duele más de lo que yo quisiera.

Sacó Sancho de las alforjas hilas y ungüento; mas cuando Don Quijote llegó a ver rota su celada, pensó perder el juicio, y puesta la mano en la espada y alzando los ojos al cielo, dijo: yo hago juramento al criador de todas las cosas, y a los santos cuatro Evangelios, donde más largamente están escritos, de hacer la vida que hizo el grande marqués de Mantua, cuando juró de vengar la muerte de su sobrino Baldovinos, que fue de no comer pan a manteles, ni con su mujer folgar, y otras cosas, que, aunque de ellas no me acuerdo, las doy aquí por espresadas, hasta tomar entera venganza del que tal desaguisado me fizo. Oyendo esto Sancho, le dijo: advierta vuestra merced, señor Don Quijote, que si el caballero cumplió lo que se le dejó ordenado de irse a presentar ante mi señora Dulcinea del Toboso, ya habrá cumplido con lo que debía, y no merece otra pena si no comete nuevo delito. Has hablado y apuntado muy bien, repondió Don Quijote; y así anulo el juramento en lo que toca a tomar de él nueva venganza; pero hágole y confírmole de nuevo de hacer la vida que he dicho, hasta tanto que quite por fuerza otra celada tal y tan buena como esta a algún caballero; y no pienses, Sancho, que así, a humo de pajas, hago esto, que bien tengo a quien imitar en ello, que esto mismo pasó al pie de la letra sobre el yelmo del Mambrino, que tan caro le costó a Sacripante. Que dé al diablo vuestra merced tales juramentos, señor mío, replicó Sancho, que son muy en daño de la salud y muy en perjuicio de la conciencia. Si no, dígame ahora si acaso en muchos días no topamos hombre armado con celada, ¿qué hemos de hacer? ¿Hase de cumplir el juramento a despecho de tantos inconvenientes e incomodidades, como será el dormir vestido, y el no dormir en poblado, y otras mil penitencias que contenía el juramento de aquel loco viejo del marqués de Mantua, que vuestra merced quiere revalidar ahora? Mire vuestra merced bien que por todos estos caminos no andan hombres armados sino arrieros y carreteros, que no sólo no traen celadas, pero quizá no las han oído nombrar en todos los días de su vida. Engañaste en eso, dijo Don Quijote, porque no habremos estado dos horas por estas encrucijadas, cuando veamos más armados que los que vinieron sobre Albraca a la conquista de Angélica la Bella. Alto, pues; sea así, dijo Sancho y a Dios prazga que nos suceda bien, y que se llegue ya el tiempo de ganar esa ínsula, que tan cara me cuesta, y muérame yo luego. Ya te he dicho, Sancho, que no te dé eso cuidado alguno, que cuando faltare ínsula, ahí está el reino de Dinamarca, o el de Sobradisa, que te vendrán como anillo al dedo, y más que, por ser en tierra firme, te debes de alegrar. Pero dejemos esto para su tiempo, y mira si traes algo en esas alforjas que comamos, porque vamos luego en busca de algún castillo donde alojemos esta noche, y hagamos el bálsamo que te he dicho, porque yo te voto a Dios que me va doliendo mucho la oreja.
Aquí trayo una cebolla y un poco de queso, y no sé cuántos mendrugos de pan, dijo Sancho; pero no son manjares que pertenecen a tan valiente caballero como vuestra merced. Que mal lo entiendes, respondió Don Quijote: hágote saber, Sancho, que es honra de los caballeros andantes no comer en un mes, y ya que coman, sea de aquello que hallaren más a mano: y esto se te hiciera cierto, si hubieras leído tantas historias como yo, que aunque han sido muchas, en todas ellas no he hallado hecha relación de que los caballeros andantes comiesen, si no era acaso, y en algunos suntuosos banquetes que les hacían, y los demás días se los pasaban en flores. Y aunque se deja entender que no podían pasar sin comer y sin hacer todos los otros menesteres naturales, porque en efecto eran hombres como nosotros, has de entender también que, andando lo más del tiempo de su vida por las florestas y despoblados, y sin cocinero, que su más ordinaria comida sería de viandas rústicas, tales como las que tú ahora me ofreces: así que, Sancho amigo, no te congoje lo que a mí me da gusto, ni quieras tú hacer mundo nuevo, ni sacar la caballería andante de sus quicios. Perdóneme vuestra merced, dijo Sancho, que como yo no sé leer ni escribir, como otra vez he dicho, no sé ni he caído en las reglas de la profesión caballeresca; y de aquí adelante yo proveeré las alforjas de todo género de fruta seca para vuestra merced, que es caballero, y para mí las proveeré, pues no lo soy, de otras cosas volátiles y de más sustancia. No digo yo, Sancho, replicó Don Quijote, que sea forzoso a los caballeros andantes no comer otra cosa que esas frutas que dices; sino que su más ordinario sustento debía ser de ellas, y de algunas yerbas que hallaban en los campos, que ellos conocían, y yo también conozco. Virtud es, respondió Sancho, conocer esas yerbas, que según yo me voy imaginando, algún día será menester usar de ese conocimiento.
Y sacando en esto lo que dijo que traía, comieron los dos en buena paz y compañía; pero deseosos de buscar donde alojar aquella noche, acabaron con mucha brevedad su pobre y seca comida. Subieron luego a caballo, y diéronse priesa por llegar a poblado, antes que anocheciese; pero faltóles el sol y la esperanza de alcanzar lo que deseaban junto a unas chozas de unos cabreros, y así determinaron de pasar allí la noche que cuanto fue de pesadumbre para Sancho no llegar a poblado, fue de contento para su amo dormirla al cielo descubierto, por parecerle que cada vez que esto le sucedía era hacer un acto posesivo que facilitaba la prueba de su caballería.

CAPITULO 10
En este capitulo tras la batalla con el vizcaino Don Quijote y Sancho deciden reanudar su camino. Sancho pensando que Don Quijote había ganado algo después de esa batalla le pregunta por la isla que le había prometido y Don Quijote dijo que el pobre vizcaino no era un hombre del que se pudiera obtener dinero.
Por el camino Sancho decide curarle la oreja a Don Quijote, y este habla de un bálsamo que te recupera instantáneamente.
Mientras tanto estaban pensando donde podían dormir esa noche, ya que en una iglesia no podían dormir ya que habían agredido a unos monjes. Por el camino decidieron cenar y Sancho sacó cebolla, pan y queso. Al no encontrar un lugar donde dormir, decidieron dormir cerca de una chochas de pastores al aire libre.